lunes, 3 de octubre de 2011

Releyendo a Morrison: Animal Man.

Sigo con el repaso a algunas de las relecturas que he podido hacer últimamente de las obras del genial guionista escoces, en este caso con la que aún hoy sigue siendo la que más me gusta: Animal Man.

Animal Man es para mi un cómic especial.  Para ello convergen toda una serie de factores: por un lado fue el primer cómic de Morrison que leí, no tenía ni idea de quien era el guionista (este es su primer su primer trabajo en un major americana) y desde entonces su nombre se me quedo grabado como un tipo a seguir; por otro nunca había leído un cómic así. Me explico, cuando leí por primera vez Animal Man mi bagaje como lector de cómics no era demasiado amplio, si, había leído muchos cómics de superhéroes, de Mortadelo y SuperLopéz y gracias a la biblioteca cosas como Tintin y Asterix, pero nunca en mi vida había leído una ruptura de la cuarta pared llevada a cabo de manera tan magistral y coherente, he de reconocer que en su momento el cómic fue un autentica bomba para mi y desde entonces todos mis acercamientos a esta obra están condicionados por ese primer impacto, cuyo calibre solo recuerdo haber sentido con Born Again.

Pasado el tiempo y con varias relecturas a mis espaldas (intento leerlo al menos una vez al año), uno ya es consciente de las debilidades de la obra, un cómic tal vez excesivamente caótico en ocasiones que abre muchos frentes y cierra pocos, que exagera su ecologismo radical en sus comienzos y que se ve un tanto afectado por los vericuetos editoriales de la época, no olvidemos que por mucho que ahora se incluya en el sello Vertigo, Animal Man estaba en su momento plenamente integrado en el Universo DC e incluso formaba parte de la JLA.

Capitulo aparte merece el dibujo, donde Chas Toug ha sido machacado una y otra vez (al contrario que las maravillosas portadas de Brian Bollard, que en todo caso tienen algo de engaño: lo de dentro no tiene nada que ver, cualitativamente hablando, claro), cierto es que no estamos ante un gran artista, tal vez ni siquiera bueno, pero a mi desde luego me resulta cumplidor, no esta a la altura de los guiones de Morrison, es verdad, pero no diría que Animal Man es un destrozo visual, mas bien me resulta un dibujo muy de su época sin nada especial, demasiado convencional desde un punto de vista visual, algo por otra parte que pasa a menudo en la obra del guionista de Los Invisibles.

En todo caso y aún con sus debilidades, Animal Man sigue siendo aún hoy una obra de referencia en el cómic comercial americano y una muestra clara del trabajo de Morrison, que hará aquí por primera vez aquello en lo que luego sería un experto: coger un personaje/s ajeno y sin traicionarlo llevarlo a su terreno para tornarlo casi en uno propio, todo ello aderezado con una reivindicación del superhéroe clásico como único camino valido para el genero si este desea perdurar más allá de obras puntuales. En esta caso, además el autor de Final Crisis aprovecha su revisión de Animal Man para realizar una profunda reflexión sobre el papel del creador sobre su creación y del lector con respecto a aquello que lee. Tal vez el de Glasgow se paso de chauvinista en un final demasiado personalista pero en todo caso su trabajo muestra a las claras la tremenda personalidad de un autor destinado a ser una de la referencias allende los mares, incluso el caos que acompaña la obra terminara por tornarse en una de las señas de identidad del guionista, siempre preocupado por plantear preguntas pero menos interesado en dar las respuestas, un autor que desde el principio confía y respeta en la inteligencia de sus lectores y que, respetando su esencia y huyendo del realismo mal entendido, intenta ir más allá de los caminos más trillados en un genero, el de superhéroes, en el que indudablemente se enmarcan tanto este Animal Man como lo mejor de la producción de Grant Morrison.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy a puntico de pillarme el integral de planeta. ^^ saludos sir. :)

m an u . alicante

Fer1980 dijo...

Buena compra esa si señor.